Un humorista contó una vez un chiste,la gran parte del público rió, al rato lo volvió a contar,
esta vez rieron menos personas, y cuando lo contó por tercera vez se quedo la sala en silencio,
a lo que él comentó: Si no os podéis reír de algo varias veces,
¿Por qué llorar siempre por lo mismo?
Sed felices.
Lo bueno llega tarde, pero llega.
Gracias por esperarme.