No te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes.

Hay personas que desaparecen de tu vida. Quizás porque tú la has echado o porque ellos han querido irse sin razón y sin decir nada. Esta vez, hablemos de las personas que han desaparecido porque tú la has echado. Tienes a una persona que te quiere, que te ayuda, que te escucha... sí, teneis vuestros choques pero es normal, esa persona no es nada en tu vida, no te influye lo que haga o lo que deje de hacer. Hasta que llega el día en el que lo desechas. Sí, no hablais, no os mirais, todo lo que era antes, ahora no es nada. Con el tiempo... ¿qué pasa con el tiempo? con el tiempo lo empiezas a echar en falta. Lo echas de menos en todos los sentidos, sus palabras, sus piques, sus enfados... echas de menos hasta las peleas que teniais. Empiezas a sentirte mal... porque es todo por tu culpa y a la otra persona le da igual que lo hayas borrado de tu vida, como si no os conocieseis. Pues sí... te das cuenta de que la frase 'Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde' lleva toda la razón del mundo. Y ahí es cuando le das vueltas a la cabeza y llegas a la conclusión de que hay que pensarse las cosas dos veces antes de hacerlas, porque después te puedes arrepentir mucho y puede que no haya vuelta atrás, pero de los errores se aprende...
Lo más importante: No olvidas a esa persona, si no que te acostumbras a vivir sin ella.